Para la familia del rugby de Obras, el 2015 fue una montaña rusa de sensaciones. El año arrancó con la decisión de la URBA de bajar al equipo de Primera al Grupo Desarrollo por no presentar en tiempo y forma las dos divisiones juveniles. Pero, como dice el famoso dicho popular, lo que no te mata te fortalece. Así lo tomaron los máximos referentes del plantel y trabajaron más que nunca para sacar adelante la situación.
La temporada no se destacó por los resultados, sino que sirvió para algo más importante: regularizar la situación a través de una exitosa captación de infantiles y juveniles, lo que los volverá a colocar en el Grupo 4, y sacar a relucir la unión que existe entre cada uno de los estamentos de la actividad. El objetivo tuvo que ver íntegramente con la reconstrucción de lo social.
Así lo cuenta Juan Martín Costa, integrante del Plantel Superior aurinegro. Su vida está pintada de amarillo y negro. Él fue uno de los que continuó con la dinastía de su abuelo Ricardo Barrios, socio desde 1952 y ex integrante de la comisión directiva, y de su madre y su tía, multicampeonas de natación representando a Obras. Hoy le trasmite el mismo sentimiento a sus hijos Pedro (5) y Lisandro (3), quienes se divierten jugando en las infantiles de rugby. Conoce la historia del club como pocos. Además, fue alumno del primario y secundario del Instituto Obras y ahora cursa el tercer año del profesorado de educación física. “El Instituto es de lo mejor que hay, está a la vanguardia y no tiene nada que envidiarle a otras instituciones”, asegura.
Durante la charla, prioriza remarcar que “la gente de rugby que está es porque ama el club y los colores, y quiere seguir existiendo y sacar todo esto adelante”. Después sí se ocupa de hacer un balance del 2015.
-¿Cómo hicieron para superar el descenso al Grupo Desarrollo y todo lo que les pasó?
-En otra época te hubiese dicho que estamos acostumbrados a sufrir adversidades, pero hoy en día cambio la palabra y digo que afortunadamente nos pasó esto, porque eso fue lo que realmente nos convirtió en un equipo súper unido y fuerte. Lo que nos hace diferentes a otros es que históricamente somos un club que tenemos un espíritu fuerte frente a la adversidad. Además tenemos el respaldo de la negra y amarilla, nada menos.
-A pesar de todo esto, ¿qué destacás de la temporada?
-A nivel resultados, el año no fue para destacar. En la primera mitad del año logramos buenos triunfos, pero en la segunda hubo derrotas y fue todo más parejo por lesiones y un desgaste lógico. Hasta hemos traído gente nueva para la Primera, así que eso lleva un período de adaptación. Sí fue muy buena la convocatoria de jugadores nuevos y de otros que habían dejado. La llegada de infantiles y juveniles para las inferiores dejó un saldo muy positivo. Se hizo un trabajo fuerte en ese sentido.
-¿Cómo tienen pensado encarar el año que se viene?
-El 2016 nos encuentra de vuelta en el Grupo 4. Ya con las sanciones cumplidas y todo regularizado, nos despedimos del Grupo Desarrollo. Si bien fue un año negativo por haber bajado de categoría, esto nos sirvió para desarrollar la parte humana y de cantidad de gente. Ahora, la idea del plantel y de los capitanes es lograr el ascenso al Grupo 3, que es el lugar en el que estábamos. Tenemos un staff nuevo de entrenadores que se va a presentar en estos días. Y queremos seguir trabajando como hasta ahora con los infantiles y juveniles.
En el final, Costa hace un lugar para los agradecimientos: “Este año también tuvimos un cambio en la capitanía general. Sergio Pérez Scianca tomó la posta en reemplazo de Germán Caia, quien hizo un gran trabajo durante ocho años. Esa fue una transformación grande. Por otro lado, hay que destacar el trabajo incansable y desinteresado del Gallego Eduardo Zúccaro en infantiles, de Víctor Saucedo en juveniles y de José Cordeiro como manager general. A cualquier club le gustaría tener gente así entre sus filas. Y obviamente a Federico Badino, capitán del plantel hace años. Muchas veces deja su familia de lado para poder comandar este barco”.
La de Obras Rugby es una historia de esfuerzo y superación. Ya con las bases en camino de solidificarse, el 2016 puede ser un año para confirmar todo el trabajo realizado. Que así sea.
